Hasta el próximo 25 de diciembre es el nuevo plazo para entregar los paraderos que le hacen falta a la línea O del metroplús que transita por la avenida 80, según lo dio a conocer la Secretaría de Infraestructura Física de la alcaldía de Medellín, que anunció la reanudación del contrato interadministrativo para esa obra con una redistribución de recursos por valor de $576 millones.

Con ese ajuste económico, la construcción y adecuación de los 27 paraderos del metroplús quedó en un total de $12.270 millones que abarcan los $11.721 del contrato inicial, que tenía plazo de entrega hasta marzo de este año, y los $549 de este nuevo que se adjudicó el pasado 4 de diciembre, con un plazo de 20 días para terminar de ejecutar la obra.

Según James Gallego Alzate, gerente de Metroplús, los retrasos en el cronograma se debieron a la cuarentena por la pandemia del coronavirus, la falta de recursos y dificultades con Empresas Públicas de Medellín, EPM, para realizar obras en el paradero Palma B, pues por ese sitio pasa una de las redes de servicio de la entidad.

Por su parte, la Secretaría de Infraestructura de la alcaldía de Medellín explicó que el problema se centró en la necesidad de recursos económicos para finalizar los cuatro paraderos faltantes en el proyecto: Universal A, Pilarica B, Ciudadela Universitaria A y Palma B. Además, la directora de esa dependencia, Natalia Urrego, explicó que el problema viene desde la Administración anterior, en la que, según ella, fueron adjudicados los contratos con “evidentes problemas de planeación y de presupuesto, pues con los buses y paraderos en la 80 se estaba dando por hecho que el metro no iba ser posible”.

Por lo anterior, se requirió el análisis de diferentes alternativas de solución con lo que “finalmente, a mediados del mes de noviembre de este año se logró un acuerdo entre la Secretaría de Infraestructura Física y Metroplús S.A., el cual permitirá encaminar la entrega funcional y operativa del proyecto de Paraderos de la avenida 80”, dijo Urrego.

La línea ya está funcionando

Pese a que todos los paraderos no están listos, 17 buses eléctricos de metroplús empezaron a rodar por la avenida 80 desde noviembre de 2019 en ese corredor que conecta al norte con el occidente de la ciudad y que abarca la zona universitaria de Robledo, la cual está compuesta por instituciones de educación superior como el ITM, el Colegio Mayor de Antioquia, el Pascual Bravo, la facultad de Minas de la Universidad Nacional y la sede Robledo de la Universidad de Antioquia.

Según lo previsto, esa sería solo una de las tres fases que incluiría el proyecto, pues a medida que aumentaran los pasajeros se irían añadiendo más vehículos a la ruta.

Sin embargo, “la pandemia pausó temporalmente esos planes, pues tuvimos una baja en los pasajeros que no nos ha permitido pasar a la siguiente fase”, explicó Gallego al narrar que en febrero llegaron a movilizar 15.000 pasajeros y ahora el promedio está en solo 6.000, “lo que no representa ni el 50 %; por eso no nos justifica añadir más oferta mientras la demanda de los pasajeros no se normalice de nuevo”, explicó.

Lo que quedaría faltando

A la pregunta de ¿qué le faltaría a esa línea O del metroplús para estar lista al 100 %?, la Secretaría de Infraestructura respondió que la obra comprende un avance físico del 98% y que espera que esté totalmente finalizada para ese 25 de diciembre. No obstante, faltaría que empiecen a funcionar 24 buses eléctricos que estaban contemplados en el plan inicial pero que no entrarán a hacer parte de ese recorrido hasta que se normalice el flujo de pasajeros y se evalúen las cargas de cara a la construcción del metro ligero de la 80 .

Además, según explicó el gerente Gallego, todavía falta una gran Centro Logístico de Transporte que permita coordinar las maniobras, adecuar los patios y parqueaderos de los buses y realizar las cargas eléctricas para su correcto funcionamiento.

“Hasta el momento, los buses eléctricos han tenido un muy buen desempeño. El hecho de que funcionen con energía los hace más confiables y con mejor disponibilidad. Y también tenemos buenos ahorros en lubricantes, mantenimiento y obviamente en la carga eléctrica en vez de gas”, concluyó el funcionario Gallego.

Un último paso será evaluar qué sucederá con las demás rutas de transporte público que operan ese corredor, pues la pandemia también impidió evaluar qué tanto afectó, o no la carga de pasajeros que esas rutas movilizan.

Fuente: El Colombiano

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